Técnica de escritura: Cliffhanger. Mantén enganchado a tu lector.


«Cliffhanger» (gancho) es un término de origen literario y británico, indicado para designar el que un capítulo de una narración seriada acabe con un giro inesperado. La idea es dejar pendiente su resolución y consecuencias para el siguiente capítulo, logrando que el lector se “enganche” a la lectura para saber qué ocurrirá después.

Aristóteles ya había teorizado este tema, en su famosa “Poética”, determinando que el Cliffhanger puede presentarse de tres formas diferentes:


1. La anagnórisis, agnosis o revelación, que es cuando el cambio en la acción se produce por una información (o deducción) que hace que todo cambie para nuestro personaje.
2. La peripecia o cambio de fortuna, que es cuando ocurre un hecho (lo ideal es que sea provocado por las acciones del personaje protagonista y no fortuito o causado por otros) que cambia el sentido de la acción y su tono, pasando de positivo a negativo o viceversa.
3. El pathos, o lance patético, que es cuando lo que ocurre es una muerte, daño, pérdida o sufrimiento.

Los hechos anteriormente descritos, ocurren durante el texto de manera imprevista, cerca del final de un capítulo, dejando la duda como cierre y su resolución para el siguiente. De esa manera el lector estará obligado a seguir leyendo para saber qué vendrá. Nuestro texto no será abandonado.

Se puede incluso, mezclar dos o las tres formas. Un ejemplo clásico es el final de la película “El Imperio Contraataca”, segunda parte de la saga de “La Guerra de las Galaxias”, de George Lucas. Allí el protagonista sufre una cruel derrota (2. La peripecia o cambio de fortuna) al enfrentarse con Darth Vader, donde no solo pierde la pelea, sino también, una mano (3. El pathos, o lance patético). En medio de su sufrimiento su enemigo aprovecha para aumentar más el drama revelándole uno de los secretos mejores guardados de la Galaxia: “él es su padre” (1. La anagnórisis, agnosis o revelación). En este punto la historia da un cambio drástico: los malos ganaron, ahora los buenos tendrán que reorganizarse para vencerlos, pero ¿cómo lo harán después de conocer ese secreto? ¿De qué manera afectará a la causa el hecho de que el héroe esté relacionado directamente con el enemigo?

Esas preguntas fueron las claves que le permitieron a esa historia no ser olvidada con facilidad por sus seguidores. La tercera entrega de esa saga fue una de las más esperadas de la historia del cine, y aún tiene un peso importante.

Este tipo de finales de suspenso fueron muy usados en el siglo XIX en los seriales literarios que se publicaban en periódicos o folletines. Grandes autores como Dickens, Dostoievski, Tolstoi, Wilkie Collins y Poe lo aplicaron en sus obras. En el siglo XX, tanto el cine como la radio y la televisión, comenzaron a utilizarlo con mayor interés, diseñando historias seriadas que a diario sufrían un corte con un trasfondo de suspenso.

Nuestro cerebro busca historias completas, donde sepamos lo que pasa al final. Por naturaleza el ser humano busca siempre respuestas. Es por eso que los finales incompletos nos crean la necesidad de saber cómo continúa esa narración. Más que un placer, es una necesidad. El lector no dejará la obra hasta que su cerebro no quede satisfecho.

También existe lo que se conoce como “falso Cliffhanger”, que es cuando el autor cierra un capítulo con una buena dosis de suspenso, creando ideas en el lector, pero al resolverlo rompe con todas las teorías trazadas. Por ejemplo, nuestro héroe entra a robar algo que necesita y es descubierto… chan, ¿qué pasará? Entonces, en el siguiente capítulo, descubrimos que el que lo ha descubierto es un amigo y no pasa nada. La intriga y angustia que se pudo sentir antes es completamente destruida en la siguiente entrega. Eso puede resultar positivo, pero también, peligroso. Ya que, de usarlo mucho o de mala manera, podemos defraudar al lector, alejándolo de la historia.

En la novela LA CHICA DE LOS OJOS TURQUESA apliqué esa técnica en casi todos los capítulos, esforzándome por desarrollar una trama con cierres cargados de suspenso que dejara interrogantes, buscando motivar al lector a no abandonar la novela hasta que ésta encontrara su resolución.




Muchos autores se basan en esa técnica para crear sus historias, logrando excelentes resultados: George R. R. Martin, J. K. Rowling y J.J. Abrams, entre muchos otros. ¿Qué esperas para probarlo?





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3 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo Jonaira. Te felicito. Jelen Cossio

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  2. Hola, mi nombre es Daylin y soy de Venezuela también. Queria preguntar si el libro de "La chica de los ojos Turquesa esta disponible en papel aquí.

    Realmente me encantó el libro.

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  3. Jajaja tengo dos semanas intentando entender que es cliffhanger y me acabo de dar cuenta que lo he usado montón de veces xD

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