Seda. Novela romántica histórica | RETOS DE LECTURA 2020



Tropecé con SEDA, del autor italiano Alessandro Baricco, por accidente. Buscaba referencias románticas para incluir en la novela juvenil que actualmente escribo y busqué en la web “mejores novelas románticas”. Por supuesto, en la mayoría de las páginas aparecían Jane Austen, Diana Gabaldón, Nicholas Spark, Paullina Simons, Lisa Kleypas y otro montón de autores que son muy renombrados (y otros muchos que no escriben romántica), pero quería algo poco conocido, así que revisé varias entradas hasta que en una vi la mención a SEDA, novela de la que hablaban maravillas.

No había escuchado nada de ese autor, mucho menos de la obra. Decían que en realidad era un relato, aunque el autor no lo considera como tal sino como una “historia de amor”. La calificaron como una “joya de la literatura romántica” por la trama dramática, misteriosa y tierna que encerraba. Con semejante descripción no pude ignorarla.

¡Quedé impactada!

Es una novela histórica, ambientada a finales del siglo XIX, en escenarios de Francia y Japón. A mí parecer, no se trata de una historia de amor, como todos dicen, sino de dos. La principal es la narrada en toda la novela y está centrada en el protagonista Hervé Joncour, a quien las circunstancias lo ocupan como comerciante de gusanos de seda, obligándolo a viajar a países exóticos como Siria y Egipto para comprar su mercancía y venderla a los hilanderos de la villa francesa donde reside con su esposa Helena.

Por temas de enfermedades en las cosechas de Europa y parte de Asia, que ocasionan pérdidas en la producción, termina viajando a la desconocida isla de Japón para conseguir su producto, que para esa época dejaba de ser una isla cerrada a los extranjeros a abrirse a nuevas culturas, aunque presentando cientos de conflictos internos por esa causa. En esos viajes Hervé conoce a una mujer joven occidental, esposa del japonés que le vende los gusanos, quien es una especie de gran señor en la villa donde vive. Esta dama no entiende otro idioma que el japonés y Hervé no lo habla, sin embargo, eso no fue impedimento para que se tejiera una historia romántica entre ellos y a la vez misteriosa y peligrosa por ser un amor prohibido.

Hervé, a pesar de enamorarse de esta mujer, siempre regresaba a Francia para vender los gusanos haciéndose rico y convivir con su esposa Helena, a quien también aseguraba amar. Pero repetía el mismo viaje varias veces, no solo por su negocio, sino para encontrarse con la dama, hasta que se desata una guerra interna en Japón y eso le imposibilita seguir viajando. No obstante, él se arriesga y se aventura en una peligrosa excursión porque no puede dejar de ver a aquella joven a la que no le permiten amar.

Tenía emociones encontradas con esta novela, primero por la rabia de la traición, no las soporto, y segundo por la misteriosa historia japonesa que me tenía atrapada. Necesitaba saber en qué iba a terminar todo eso, porque olía a peligro. Y no me equivoqué.

El final es inesperado, pero es allí donde conocemos la segunda historia de amor, de la que no les hablaré para no hacer spoiler. Solo puedo asegurarles que me fascinó e hizo justicia, aunque me dejó el corazón hecho polvo.

Fue estremecedora, aún no puedo dejar de pensar en ella. Mientras leía sentía que el autor dejaba de explicar cosas, pero eso fue lo que más me atrajo. Él no se molestó en aclararnos todo, dejó espacio para la imaginación y la reflexión, permitiendo que el lector trazara su propia conclusión y la enlazara con el resultado final que él mostró. En mi opinión, eso fue magistral.

Aunque SEDA no comencé a leerla pensando en cumplir con algún reto lector, terminó formando parte de la última lectura propuesta del #MFRomantico que pedía un libro histórico y como tercera lectura del #ReadingChallenge de febrero.




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