Título: ANA KARENINA
Autor: LEON TOLSTOI
Año de publicación: 1877
Sinopsis:
En esta obra extraordinaria se narra el mortal romance entre la bella y rica Ana Karenina y el conde Alexei Wronsky. Ana, aunque esposa y madre, se dirige a un tempestuoso amorío en el buen mozo Wronsky, estremeciendo a la sociedad rusa y dejando su familia atrás.
El progreso de su amorío contrasta con el romance y el matrimonio de dos de sus amigos, Levin y Kitty, quienes no parecen buenos pretendientes al principio, pero después ella encuentra inmesurada felicidad y desenfreno conforme la trama se va desenvolviendo.
Aunque la novela de Ana Karenina no es una autobiografía, refleja los ideales de Tolstoi y su deseo de impartir estas ideas a otros. Muchas veces Tolstoi se identifica con el carácter de Levin y las experiencias de este último, quien trasformado por el amor de Kitty, son un claro ejemplo ético moral hacia los lectores de la novela.
*****
A finales del año pasado leí esta maravillosa novela. Al principio
me costó mucho asimilarla, lo confieso, no lograba congeniar con los
protagonistas (y en realidad no lo hice, al menos con Ana), además, el
argumento es bastante complejo.
Aunque la novela me resultó pesada al inicio, cuando logré
enamorarme de un personaje me fue más sencillo. A quien adoré fue a Levin, el
héroe de la historia (palabras del propio autor).
Tolstoi es un genio. Según su biografía procedía de una
antigua familia noble rusa, estudió Derecho y Lenguas Orientales pero no lo culminó,
se embarcó en varios viajes con su hermano Nikolái, teniente de artillería en
la Guerra de Crimea, y con el tiempo
formó parte de esa brigada. A causa de su reumatismo debió recibir baños
termales, en una de esas fuentes y por aburrimiento comenzó a escribir. Después
de años de servicio se reintegra a la frívola vida de San Petersburgo, de la
que describe:
"He adquirido la convicción de que casi todos eran hombres inmorales, malvados, sin carácter, muy inferiores al tipo de personas que yo había conocido en mi vida de bohemia militar. Y estaban felices y contentos, tal y como puede estarlo la gente cuya conciencia no los acusa de nada"
Fue en ese “regreso” que escribió ANA KARENINA, así que no es de extrañar que la novela tuviera una
fuerte inclinación por criticar la sociedad en la que vivía.
La historia contiene una amplia variedad de personajes, cada
uno protagoniza una trama diferente, que por supuesto, están
entrelazadas entre sí y afectan de alguna manera las líneas principales. Las dos tramas que
conforman el argumento son la de Ana Karenina, una mujer atrapada en las
convenciones sociales de su época, y la del terrateniente filósofo Levin, que
intenta mejorar las vidas de sus siervos (en investigaciones posteriores
descubro que esa parte es un poco autobiográfica, Levin tiene mucho del propio
Tolstoi).
Lo que más me sorprendió, además del excelente manejo de
tantos personajes y tramas, fue la capacidad narrativa del autor para hablar de
diversos aspectos de la vida. Trabajó a la perfección temas políticos, tanto
nacionales (de la Rusia de 1870) como internacionales, y con la misma facilidad
habló de economía, ciencia, educación, religión, filosofía, medicina, arte,
agricultura, comercio, asuntos militares, caballos, relación de hijos y padres,
oficios del hogar, matrimonio y adolescencia, entre otros.
El hombre parecía conocer al detalle todo lo que ocurría al
alrededor de sus personajes. Se adentraba de manera magistral en la psique de cada
uno, describiendo la angustia, el dolor, el miedo, la pena, la vergüenza, la
rabia, el orgullo, la vanidad, el deseo, la alegría, la satisfacción y el amor que
sentían en sus determinadas existencias. Ya comprendo porque califican la novela
como una “obra de arte” y cumbre del realismo. Allí se puede conocer a una
sociedad en todos sus aspectos, tanto de la vida diaria como profesional, la
forma de pensar y actuar, con sus valores y antivalores.
ANA KARENINA
muestra a la perfección la vida de un país en un tiempo determinado (Rusia
1870), visto desde todas sus vertientes, pero afincándose más en la crítica al
estilo de vida hipócrita y falso que no solo se manejaba en las altas esferas
sociales, sino también en las inferiores. El autor, a través de su personaje Levin,
refleja esa búsqueda propia de la felicidad espiritual que tanto anhelaba. El
personaje, después de haber emprendido infinidad de empresas, de haber
experimentado el matrimonio, el amor y la paternidad, e incluso de divagar por
la ciencia, la filosofía y la política, no logró su fin último que era alcanzar
la paz interior hasta que llegó a Dios. Al entrar en contacto espiritual con
sus semejantes encontró la felicidad, siendo esa la meta final de la novela.
En esta historia Tolstoi mostró las dos caras de una misma
moneda: un final que no alcanza esa meta final (en el caso de la Karenina,
que terminó superada por sus dificultades), y un final exitoso, en el caso de Levin.
En lo personal, la lectura me fue difícil por la gran
variedad de temas y la complejidad de muchos, que en ocasiones me hicieron sentir un poco
saturada, pero al final logré asimilar la enorme cantidad de información que el
autor aportó para comprender su fin último.
En resumidas, ANA
KARENINA es una historia que vale la pena conocer y con la que se aprende
muchísimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario