Hoy comienzo una nueva sección en el
blog: HABLEMOS DE NOVELA ROMÁNTICA. Si
no lo intuyen lo que pretendo aquí es hablar del género que me atrapa, no el
único que leo, pero sí el que más me emociona y por tanto, el que escribo.
Me considero una persona muy emotiva, las
emociones mueven mis acciones, no puedo evitarlo, y en consecuencia la de mis
personajes. Los escritores más emotivos son los que logran atrapar mi atención
y la novela romántica está repleta de ellos.
Federico
Moccia es uno, un italiano que escribe para
jóvenes y adolescentes con un estilo que algunos críticos califican de “pasteloso”,
pero ese “pasteloso” lo ha catapultado a la fama, a un limbo donde aún no han
podido sacarlo.
“Una
chica de 16 años en cuanto me vio se echó a llorar, porque decía que en mis
libros había encontrado todo lo que sentía”,
declaró Moccia para una entrevista al diario El País,
y aunque muchos critican sus obras por ser comercial para él es una manera de “interpretar los cambios de la sociedad”.
Se siente más cómodo trabajando con
personajes guapos y ricos, y aunque ha intentado sumergirse en el mundo normal
y corriente siempre cae en lo mismo. Sin embargo, eso no lo exenta de “ser salvaje” a la hora de escribir, plasmando
en el papel lo que verdaderamente “siente”.
En muchas ocasiones el autor ha declarado
disfrutar escribir sobre el amor, porque para él: “el amor tiene muchas capacidades. Te hace mejor persona. Además, es el
componente mágico que tiene una historia. En Tres metros sobre el cielo, el
protagonista era un chico violento porque sufrió una gran desilusión con su
madre, pero cuando se enamora de una chica muy diferente a él comprende que la
violencia no es el camino” (entrevista para el diario Los Andes).
En las dos primeras entregas de su
trilogía A3MSC, protagonizada por
los entrañables personajes de Hache, Babi y Gin, Moccia ha utilizado el
simbolismo romántico como detalle adicional para atrapar a lectores. En Tres metros sobre el cielo los personajes
declaraban su amor a través de grafitis en las paredes, recordamos cuando Hache
colocó uno en el camino que Babi debía recorrer donde decía: “me tienes A3MSC”.
En Tengo ganas de ti utiliza los
candados como símbolo de amor, donde los personajes de Hache y Gin reflejan lo
unidos que se sienten colocando un candado en las barandas de un puente, que durará
por siempre. Símbolos que luego de las publicaciones de sus novelas sus fans
lectores repitieron.
En la última entrega Tres veces tú, Moccia promete cerrar la historia de amor entre
estos tres personajes. El libro es bastante extenso y aún no lo he leído, pero
está entre mis pendientes. Ya veré si el autor continúa con su estilo de
escritura y si se vale de algún otro simbolismo que nos emocione.
Como adelanto, Moccia escribió un relato
titulado Baby y yo, que pueden
encontrar en la web Flook
para su lectura online, y que les permite animar el texto con imágenes, videos,
textos y música de su preferencia. ¿Creen que este relato nos dejará una pista
de lo que se viene en el libro? Tampoco lo he leído, pero su título me resulta
sospechoso. ¿A ustedes no?
Me gusta la novela romántica, pero no es mi género favorito. Es decir, me agrada que haya toques de amor en lo que veo, pero que la historia se centre en la relación y que este sea el punto más importante de la historia, no es mi predilección. De hecho, por eso leo historias de romance cada cierto tiempo, no muy seguido.
ResponderEliminarAdmito que, de hecho, Moccia no me gusta mucho, no sé por qué xD Ni siquiera tiene que ver con que digan que toca un tema comercial. No creo que lo haga. Pero creo que no acabo de encajar con su estilo al expresarse. No sé si será la traducción o qué.
Fue buen tema :D Me hiciste hablar :D
¡Saludos, Jonaira!