En un post anterior les comenté Porque es importante contar con una estructura básica de tu novela antes de escribir. Un esquema funciona como una especie de faro, que nos
alumbrará un poco el camino que debemos recorrer, y nos ayudará a llegar con
prontitud o seguridad a un destino. En la novela romántica es muy útil, una
herramienta que no debemos desechar para garantizar que nuestras historias
contendrán tramas bien trazadas y serán creíbles.
En el blog ESCRIBE ROMÁNTICA, la administradora Lily Cantara explicó de manera muy sencilla un
método que puede resultar no solo para el género romántico, sino también, para
cualquier otro. Es un modelo tradicional, que ha sido utilizado por cientos de
escritores y su efectividad está comprobada: DISPARADOR-PRIMER REVÉS-SEGÚNDO REVÉS-CLÍMAX-DESENLACE.
Advertencia: Para explicar cada parte se utilizó como ejemplo a la archiconocida novela de romance juvenil CREPÚSCULO, contiene spoilers de la misma.
DISPARADOR: José de la Rosa lo explica en su manual Tú puedes escribir una novela romántica:
la novela romántica comienza en la cotidianidad. Inicia con el mundo “normal”
de un personaje hasta que ocurre un hecho que lo cambia por completo. Ese
disparador pondrá patas pa’ arriba la vida rutinaria del personaje y dará
inicio a su proceso transformador.
Hay novelas que inician con ese disparador, como el caso de Crepúsculo, saga de romance juvenil
escrito por Stephanie Meyer, que empieza justo cuando la protagonista debe mudarse
a otro estado con su padre, lugar donde conocerá al hombre de su vida. Pero hay
otras como el caso de Forastera, saga
de romance histórico y de ciencia ficción escrito por Diana Gabaldon, que
ameritó de algunos capítulos iniciales para explicar la situación actual de la
protagonista: cómo era su vida y matrimonio en 1945 y el motivo por el cual se
encontraba en Escocia buscando información sobre un oficial del ejército inglés
del siglo XVIII, antes de tocar las piedras que la transportarían a 1743, donde
viviría la experiencia más peligrosa y romántica de su vida.
¿Cuándo colocar el disparador? Eso depende de las
necesidades de la obra que escribas. Puedes iniciar con él o mostrarlo varios
capítulos después, lo único que debes considerar es que ese material que añadas
de manera “adicional” sea de utilidad para la novela, y no simple relleno. En
el caso de Forastera, fue más que
necesario. La única manera de identificarnos con el conflicto de la
protagonista, su dolor y pena, era conociendo un trozo de esa vida pasada que
ella debía sacrificar por amor.
PRIMER REVÉS. Cuando logras desencadenar la historia con el
disparador necesitas llevarla hacia el rompimiento del equilibrio. Un punto que
hará reaccionar a nuestro protagonista, aunque todavía no esté en condiciones
de decidir un curso de acción.
En el caso de Crepúsculo,
el primer revés se da cuando Bella ve por primera vez a Edward y queda
fascinada por él, sintiendo la necesidad de acercarse para conocerlo. El
interés de la chica aumenta cuando percibe las señales contradictorias que él
le envía: le molesta la cercanía, parece temeroso y ansioso, pero a la vez no
puede estar lejos de ella, y en ocasiones se muestra como hechizado. La tensión
se mantiene, tanto en los personajes como en el lector, porque contamos con un
“misterio”.
SEGUNDO REVÉS. Momento en que el misterio de la parte
anterior comienza a desvelarse, pero aparecen los “conflictos”.
Siguiendo con el análisis de Crepúsculo, en esta parte Bella se entera que Edward es un vampiro.
Después de la sorpresa inicial decide estar con él sin importarle las
consecuencias. Él procura mantenerla al margen, pero al ver que es imposible
porque la atracción es demasiado fuerte, decide incluirla en su vida. Le cuenta
la verdad y le muestra su mundo, en el que se aprecian tanto cosas atractivas
como otras muy peligrosas.
CLÍMAX. Es la parte más intensa de la historia, donde el
peligro mostrado en el apartado anterior se hace realidad, dando lugar a la
“acción”.
En el caso de Crepúsculo,
aparecen los vampiros malos, quienes por supuesto, desean “cenarse” a la
protagonista, y les demuestra a los personajes los peligros que existen al
convivir un humano con un vampiro. Ocurre un enfrentamiento sangriento, donde el
héroe salva a la doncella.
DESENLACE. Cierre del conflicto, donde se presentan las
“respuestas” a la trama propuesta, y la forma en que terminan los personajes.
Para finalizar con el ejemplo de Crepúsculo, aquí vemos lo que ocurre después de que se eliminó el
peligro: cómo continuó la vida de Bella y cómo Edward y su familia pudieron
seguir viviendo en el mismo pueblo sin que se conociera su secreto. Sin
embargo, recordemos que esta novela es parte de una saga, por tanto, su final
no es del todo conclusivo, ya que debe dejar una interrogante para que los
lectores se animen a leer las próximas entregas.
En su caso, dejó sin responder una duda: ¿cómo llevarán los
protagonistas un romance después de conocer los peligros que se presentan entre
un vampiro y una humana? Bella propone una posibilidad: quiere ser una vampira,
pero a Edward eso no le parece una buena idea. ¿Cómo lo resolverán?
Para una novela de una sola entrega el desenlace debe ser
claro y conclusivo, para las sagas es imprescindible que se deje una duda sin
aclarar, eso garantizará el interés del lector por la próxima entrega.
Como ves, este modelo es sencillo y práctico, y te ayudará a
diseñar las diferentes partes de una trama, o al menos, tener una visión
general de ella. Con la novela romántica es muy efectiva y así podrás iniciar
la escritura sabiendo qué camino debes recorrer.
No dudes en ponerla en práctica y contarme tus experiencias.
Suerte con tus proyectos.
Gracias por brindar tu información. Muy clara la redacción y me sirvió mucho para iniciar la novela. Saludos
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