Como lectora, uno de los momento más maravillosos es encontrarte con uno de tus autores preferidos

Saludos lectores. En mis redes lo había mencionado, pero aquí me extiendo más, contándoles de lo que fue mi experiencia en la 34° Feria del Libro de Córdoba, Argentina. Como relaté la semana pasada, esa fue la primera feria del libro a la que asistí, por tanto, todo lo ocurrido allí fue super emocionante.

La feria estuvo visitada por muchos autores, sobre todo, argentinos, que participaron en charlas y debates y dedicaron tiempo a sus lectores para abrazarlos, conversar con ellos y firmar sus libros.

Yo, lamentablemente, no pude asistir a muchas de esas actividades, pero aparté un espacio en mi agenda para participar en la charla dirigida por GABRIELA MARGALL y ANABELLA FRANCO en la feria, ya que tenía muchas ganas de encontrarme con Anabella.

Anna Karine, como conocí a Anabella Franco hace casi diez años, fue una de las primeras escritoras de romántica con las que tuve contacto por Facebook, cuando comencé a utilizar esa red social. Ella escribía relatos muy románticos y sus primeras novelas me enamoraron, pero no solo la conocía como autora, sino también, como amiga. Conversábamos mucho por Facebook y por correo, y en una ocasión, en que ella ofrecía servicios de corrección de textos, me ayudó con una novela que publiqué en papel en España y Chile (DAME TU MANO) y me motivó a seguir adelante con mis proyectos literarios.

Durante la crisis que viví en Venezuela, ella se mostró receptiva y me enviaba mensajes alentadores, asesorándome sobre el sistema de estudios en Argentina porque le había confesado que tenía intención de mudarme a ese país con mi esposo y mis hijos. Es una excelente persona, una amiga que escucha y ayuda, y una escritora inigualable con una pluma apasionada y entretenida.

Yo solo he leído sus novelas románticas, pero también tiene publicadas series de novelas juveniles que en Argentina han sido un gran éxito, como la SAGA REBELIÓN, publicada con Ediciones B bajo el seudónimo Anna K. Franco. Las tengo pendientes.

En la feria del libro pude darle un abrazo, saludarla y obtener su firma en una de sus novelas románticas que más ganas tenía de leer. Una experiencia inigualable, que espero, se pueda repetir.

Nos seguiremos leyendo.