Con YO, SIMÓN, HOMO SAPIENS de Becky
Albertalli, volví a sumergirme en la literatura juvenil, pero esta vez, con
personajes LGBT de protagonistas, motivada además por el #RetoLaAvenida
#LaAvenidaLee.
La comencé con muchas expectativas sin
poder aún superar el sopor que me dejó ELEANOR Y PARK y confiando en las
cientos de buenas reseñas que había en la web. Pero debo confesar que al
principio me costó, porque, aunque tiene un disparador interesante, el inicio
de la novela es lento.
La trama está centrada en Simón, un chico
gay que aún no ha salido del armario, quien ve un anuncio en una red social de
un joven de su escuela que se confiesa gay, pero bajo un seudónimo. Él decide
contactarlo por correo electrónico también usando seudónimo. Ambos aprovechan
el anonimato para desahogarse y terminan haciendo una bonita amistad. Sin embargo,
uno de sus compañeros descubre sus mensajes al dejar abierto, por error, su
correo en un computador de uso público, descubriendo que es gay. Así que lo
chantajea con revelar su secreto a toda la escuela sino lo ayuda a conquistar a
su mejor amiga.
Simón se preocupa porque aún no se siente
preparado para “mostrarse” tal cuál es al mundo, además, le duele tener que
obligar a su amiga a salir con un sujeto chantajista solo para salvarse. Así
que, para que podamos entender por qué siente tanto miedo nos presentan
información de él, de su familia, de sus amigos y allegados, y sobre todo, de su
relación con esa amiga a la que él quiere mucho y no desea lastimar.
Por todo esto es que la primera parte es introductoria,
luego el chantajista comienza a presionar al tiempo que Simón va enamorándose de
su amigo virtual. Ese amor termina convirtiéndose en otra preocupación más,
pues, al salir a relucir su secreto podría exponerlo a él también.
A partir de allí es que empieza la trama
intensa, donde encontrarán mucho drama, amistad, amor familiar, superación y mucha
aceptación. No presenta de manera cruda el tema de la homofobia, que en otros
libros es más brutal, este se centra más en la amistad y en la aceptación
personal.
Me gustó mucho y lo disfruté mientras lo
leía, aunque sentí que le faltó jugar aún más con las emociones del lector. Sin
embargo, es una historia muy recomendable, que también tiene película en
Netflix.
Con esta lectura cumplo además con el
reto de Goodreads #ReadingChallenge, siendo la segunda novela leída en el mes.
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