Llegué a UNA HABITACIÓN PROPIA de
Virginia Woolf gracias a las lecturas recomendadas por el Club de la Pecera,
quienes suelen realizar lecturas conjuntas muy interesantes. No soy de leer
ensayos, creo que he leído menos de cinco en toda mi vida y los que he leído
han sido por asuntos de estudio, es decir, no recuerdo nada de ellos, así que
es la primera vez que me enfrento a un ensayo por placer.
Lo comencé algo predispuesta, pues, mis
experiencias pasadas me decían que los ensayos no son fáciles de leer, son
complejos y aburridos, por eso el primer capítulo de UNA HABITACIÓN PROPIA me
fue difícil de asimilar. Cuando llevaba seis páginas necesité comenzar de nuevo
porque no había comprendido nada, hasta que le tomé el hilo a lo que Virginia
explicaba y así todo empezó a tener sentido.
A la autora le habían pedido que diera
una conferencia sobre LAS MUJERES Y LAS NOVELAS, un tema que ella aseguraba que
no era fácil de abordar, pero, dejaba una premisa: a su criterio, para que las
mujeres pudieran tener algún éxito en la literatura, era necesario que tuvieran
dinero y una habitación propia para escribir.
Aquella afirmación me lanzó al suelo. Yo
escribo, no tengo ni dinero ni una habitación propia, pues vivo de lo que
trabajo a diario y escribo en la sala común de la casa rodeada de ruidos,
interrupciones y de la vida en general. Casi que renuncié a mi oficio luego de
que una maestra de la escritura dijera eso. Sin embargo, seguí leyendo, y no
solo me encantó la forma en que la autora abordó el tema, sino cómo llegó a la
conclusión final calmando mis ansiedades.
Virginia explica sus argumentos basándose
en imágenes. Da muchas vueltas y nos pasea por un montón de ramas antes de llegar
al centro del árbol. No te dice las cosas directamente, te obliga a pensar y
analizar, a llegar por tus propios medios a una conclusión. No puedo negar que
aquello, aunque en ocasiones resultó agotador, era entretenido y hasta educativo,
leyéndola pude aprender más de lo que había aprendido sobre historia de la
mujer en toda mi vida.
Me dejó con ganas de leer más de ella, de
aprender a través de su voz. Además, de conocer a esas grandes voces de la
literatura de las que ella hace referencia en su escrito, quienes sentaron las
bases de lo que hoy representa la literatura escrita por mujeres.
Esta novela, como ya dije, es parte de la
Lectura Conjunta #LChabitaciónpropia del Club de la Pecera y la incluyo como
parte del #RetoLectorDeStefaniaGil, que pidió un libro recomendado, y del
#ReadingChallenge como primera lectura de marzo.
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