Cómo ejercitar la creatividad para escribir una novela



No hay nada como imaginar para crear futuro, ya que lo que hoy es utopía será carne y sangre mañana.
Julio Verne



La creatividad es una capacidad propia de los seres humanos. Todos la poseemos, solo tenemos que estimularla para poder desarrollarla y mejorarla. El escritor vive gracias a su creatividad, ella es quien le permite generar ideas para escribir una novela. Sin embargo, con la agitación de la vida actual no siempre contamos con el tiempo suficiente para relajarnos y dejar volar nuestra imaginación. Entonces, ¿cómo ejercitar la creatividad?

La gran mayoría de las veces las ideas vienen solas. En ocasiones se producen en medio de la agitación, por ejemplo, mientras lavamos los platos y nos permitimos pensar sin descuidar nuestra tarea, o cuando caminamos o vamos en el bus o en auto a algún destino; incluso, cuando vemos televisión, leemos el diario u otro escrito. Al captar ese "algo" que nos conmueve y nos hace imaginar toda una situación nueva generada por ese hecho, no podemos dejarlo pasar, porque rápido se olvida. Al concebirla debemos atraparla, no dejarla ir, utilizando cualquier método, ya sea escribiéndola en un trozo de papel o grabándola en un audio en el teléfono.


Las ideas son chispazos repentinos que pueden concebirse por una sensación experimentada (miedo, deseo, ansiedad, etc.), por una escena vista (en Tv o en la vida real), por una frase leída o por un sonido o canción escuchada, hasta por un recuerdo del pasado o un anhelo. Al trabajar en ellas logramos ejercitar la creatividad y obtenemos un material inigualable para escribir una novela.

¿Cómo sacarle el mayor provecho a las ideas que ya tenemos rondando nuestra cabeza?


1) Registrarlas. Las ideas son fugaces y pueden mutar con el tiempo. Escríbelas en algún cuaderno, preferiblemente dedicado solo a eso, no importa que lo hagas de forma desordenada, más adelante puedes mejorarlas, organizarlas y completarlas. Otra forma es grabando audios, en la actualidad los móviles son casi un órgano más del cuerpo, entonces, sácale provecho, transfórmalo en tu cuaderno de registros.

2) Atrévete a transformarlas. Experimenta, aunque sea por diversión. Si un día se te ocurrió que, al ver a una mujer sembrar una planta esta podría hallar un cofre oculto en su jardín lleno de dinero, atrévete a darle varios giros a esa idea. ¿Si en vez de un cofre fuera un diario antiguo con un secreto importante de su familia? ¿O tal vez un amuleto poderoso? ¿O la mano mutilada de un niño? No importa lo absurdo que sea. Al transformar tu idea no creas una, sino varias historias completamente diferentes. Con eso no solo ejercitas tu creatividad, sino que tienes muchísimo material para escribir una novela, cuentos entretenidos o quizás escenas que luego podrás incluir en una historia.

3) No te limites. Dale mayor poder de amplitud a esa idea. Déjala volar. Diana Gabaldon una vez dijo que su famosa saga Forastera nació de una imagen que vio un día en televisión durante un capítulo del "Dr Who". Vio a un escocés que viajaba en el tiempo a la Escocia de 1745 y llevaba puesto un kilt (falda escocesa para hombres). La imagen le pareció atractiva y el hecho del viaje en el tiempo resultaba curiosa, pues no sabría como actuaría una persona actual en una época diferente con tantos siglos de atraso. Pensó que esa historia podría estar llena de acción, aventuras y romance. En ella podría incluir sus conocimientos sobre botánica y enfermería, así como lo que había investigado en una ocasión sobre tácticas de guerra. A medida que trazaba su idea y escribía se sintió abrumada, sabía que era una historia compleja, difícil de etiquetar para que una editorial la vendiera y algo complicada para el lector, pero no se amilanó, siguió hasta el final sin imaginar que la obra tendría tanta acogida, llegando a ser un gran éxito literario y hasta televisivo. Así que no tengas miedo de hacerla crecer. Nunca sabrás hasta donde podrías llegar con ella.

4) Experimenta. Un autor que solo lee un género en específico, escribe siempre de una misma manera y siempre lo mismo, con el tiempo se puede tornar aburrido, incluso, para él mismo. Las ideas se secan, pierden valor y termina copiándose de otras anteriores. La monotonía es dañina para todo tipo de actividad. Por eso, aventúrate a leer otros géneros o ver películas que jamás pensaste ver y diseña ideas en base a esas nuevas experiencias. ¿Escribes habitualmente romántica contemporánea? Prueba en una ocasión con la comedia, el suspenso, la ciencia ficción o la novela histórica. Quizás no para escribir una novela completa, pudieras crear cuentos, relatos cortos o microrelatos. Eso te puede aportar nuevos aprendizajes. Con ella ejercitas la creatividad y además, podría generarte nuevas ideas. 

En fin, la creatividad es como los músculos del cuerpo, si no la mueves no funciona a la perfección. No dejes que el agobio del día a día te limite, busca las maneras de trabajarla aunque sea, por unos minutos. De vez en cuando, dale ciertas libertades, y verás como lograrás que fluya sin parar.

¿Qué opinas? ¿Crees que es posible llevar a cabo estos consejos?


El escritor español José de la Rosa, escribió un libro que me ha servido de base para trabajar las ideas que nacen de mi creatividad, hasta transformarlas en historias amenas y creíbles. Se los recomiendo:




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1 comentario:

  1. Hola, JJ.

    Me ha enganchado "Mi dulce vendaval de la sabana". No hay duda que tu historia tendrá muy buena acogida por todas las fieles lectoras del género romántico.

    Besos

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