Aquí les comparto otra entrada publicada en STEEMIT.
Diana Gabaldon es la autora de la serie de
libros Forastera, publicada inicialmente en inglés y luego a infinidad de
idiomas gracias a su gran éxito. En la actualidad se trasmite una serie para la
televisión por el canal estadounidense Starz, titulada OUTLANDER, que ha
obtenido grandes reconocimientos. ¿Quieres saber cómo hacer exitosa tu idea? Entérate
cómo lo hizo ella.
Diez años atrás los libros de Diana se
convirtieron en éxitos superventas a nivel mundial gracias a la pasión de su
narración y a la originalidad de su trama. En ellos se narran las vicisitudes
de una joven enfermera que viaja en el tiempo de la Escocia de 1945 a la
Escocia de 1745, viviendo infinidad de aventuras y encontrando el amor. En ella
nos habla de historia, de fantasía y de romance de manera novedosa, resultando
atrayente para los públicos de cada uno de esos géneros.
En muchas entrevistas, Diana confesó que
desde el principio tenía muy claro que escribiría una novela histórica. Primero
que nada, porque era el género que le apasionaba y segundo, porque era una
experta en el área de la investigación y anhelaba llevar ese talento a la
escritura de alguna manera, indagando exhaustivamente sobre una época en
específico. Lo que no sabía era en qué tiempo se centraría.
Llegó a él casi por casualidad, mientras
miraba en la televisión una repetición del programa del Dr. Who que trata de un
doctor que en cada capítulo tenía la facultad de viajar en el tiempo a una
época determinada. El día en que Diana miró el programa, él viajaba a la
Escocia de 1745, durante los levantamientos jacobitas, encontrándose con un
joven escocés que vestía el atuendo típico del momento.
Tal fue la impresión que la autora se
llevó de ese episodio, que al terminar comenzó a investigar sobre el tema,
sobre las luchas y rebeliones que se vivieron en ese lugar hasta obsesionarse
con los hechos ocurridos. Quería enfocarse en ese tema en su novela, así que
diseñó en su cabeza una trama que incluyera un viaje en el tiempo (así como lo
vio en el programa del Dr. Who), una Escocia en la que empezaba a bullir la
idea de una guerra por la independencia y un atractivo joven que portara una
típica falda escocesa.
La investigación profunda le ayudó a
seleccionar los momentos y personajes más representativos, tomándose algunas
licencias para adaptar diversas situaciones a la trama. Creó personajes fuertes
y románticos, que no se vieran opacados por los hechos históricos, por los
conflictos y las miles de vicisitudes que debían atravesar.
De esa forma logró que sus novelas, a
pesar de estar catalogadas como románticas, gustaran a un público variado, como
el fanático por la historia y el obsesionado por la fantasía y la ciencia
ficción. Diana paseó a sus personajes por diversos parajes significativos del
siglo XIV que luchaban por su independencia: Escocia, Francia, Estados Unidos,
etc.; los mezcló con diversos hechos históricos relevantes, mostrando la
cultura y la situación social de la época, la vida familiar y comunitaria, los
avances médicos y sanitarios (ya que la protagonista era enfermera), así como
militares y políticos. Pero no solo de esa época, sino también, la de mediados
del siglo XX, cuando apenas se terminaba la segunda guerra mundial. Eso se
debía a que la protagonista provenía de ese espacio en el tiempo y a través de
unas piedras poderosas podía saltar de una época a otra, atrapando de esa
manera también a ese público que adoraba las novelas fantásticas llenas de
misterios.
Un truco efectivo para hacer que una idea sea vendible es dotarla de elementos atractivos que sean capaces de seducir a lectores variados.
Son muy vendibles las novelas cuya trama
gire alrededor de un tiempo histórico relevante o de un conflicto de interés
mundial como las guerras. También son atrayentes las que están centradas en escenarios
exóticos como París, Tokio o California, que ahonden en sus culturas o la forma
en que las culturas migrantes sobreviven a ellas. Igualmente dan mucho de qué
hablar las que exploran situaciones de importancia para la humanidad, como la
propagación de alguna enfermedad mortal o un problema de interés social. Todos
esos elementos ayudan a que la historia sea más atractiva, y si mezclas
géneros, el público se duplica o triplica.
A esa idea que ya tienes apuntada puedes
incluirle alguno de estos elementos para hacerla más interesante. Destaca a tu
personaje principal, atribuyéndole facultades especiales que puedan darle un
toque especial a la trama, como lo hizo Diana Gabaldón con su protagonista.
Claire era una enfermera de guerra de 1945 y ejerció su oficio en la Escocia de
1745 adaptándose a la época, cuando las condiciones higiénicas eran pésimas y
no existía ni la penicilina o las vacunas. Si lo hacía de forma diferente la
miraban extraño y la consideraban una bruja. Eso le generó algunos conflictos,
ya que su forma de actuar y entender las cosas no era propio de las mujeres de
ese tiempo. ¿Quieres saber cómo lo solventó? Te invito a leer sus novelas.
¿Qué te parece la propuesta? ¿Te animas a
transformar tu idea en una idea que vende?
Conoce mi perfil en STEEMIT.
Recuerda visitar Mi Tienda en AMAZON para conocer las novelas que he escrito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario